miércoles, 2 de junio de 2010

Carpintero campestre

La pampa trabaja. Leznea, percute, cincela. Y al descanso brilla. Cuando el ocaso, pareciera que el sol buscara refugio en el pecho campestre. Y ambos, merecidamente, se van a descansar después de una jornada intensa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario